| Hay días que se vuelven demasiado lentos
            y noche que pasan demasiado rápido.
 
 Así como ocasiones en las que sólo quisiera escapar.
 Estar sólos tú y yo en una suave brisa
que tiernamente
 nos susurre entre los árboles...
 
 Para que todo cuanto podamos escuchar
sean los
 latidos de nuestros corazones,
y todo cuanto
 veamos sea el uno al otro.
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