Tiene mucha creatividad y una buena capacidad de razonamiento, además de un gran olfato para los negocios y para todo lo relacionado con temas económicos. Las dificultades laborales le hacen superarse y lo que para otros parece insalvable de la II Guerra Mundial y del genocidio judío; se suicido el 30 de abril de 1945. Adolfo Marsillach, extraordinario actor y director de teatro español.